
Tití me seguía a todas partes
Comía de mi mano
y dejaba que acariciara su cuello
Su suave plumaje era como seda
y cuando corría y cacareaba
alegraba un poco
mis mañanas y mis tardes
Cada vez que me veía
se acercaba y esperaba
algunos granos de mi mano generosa.
La última vez que la vi
estaba dividida en varios trozos
Cada uno dentro de un plato de humeante caldo
sobre la mesa
Fue el mismo día en que mi querida tía,
su dueña y asesina,
le había estirado el pescuezo
sin avisarme
Nunca más volví a probar
la cazuela de ave.
Comía de mi mano
y dejaba que acariciara su cuello
Su suave plumaje era como seda
y cuando corría y cacareaba
alegraba un poco
mis mañanas y mis tardes
Cada vez que me veía
se acercaba y esperaba
algunos granos de mi mano generosa.
La última vez que la vi
estaba dividida en varios trozos
Cada uno dentro de un plato de humeante caldo
sobre la mesa
Fue el mismo día en que mi querida tía,
su dueña y asesina,
le había estirado el pescuezo
sin avisarme
Nunca más volví a probar
la cazuela de ave.