jueves, 3 de julio de 2008

Recordando un mensaje de hace 3 años...


Acaba de terminar el invierno más frío de todos los que he visto pasar, desde que tengo memoria. Sabía que sería un invierno duro, y lo fue (y no hablo ni del frío ni de la lluvia). No es que estuviera predispuesto a ver en el invierno una época de sólo problemas y oscuridad. No es eso. Pero me conozco, por eso lo sabía desde antes. Pero di la pelea como nunca. Y aquí estamos. Esperando el verano más caluroso de la historia. Pocos piensan en serio en esto del calor, pero el efecto invernadero y el calentamiento global harán los veranos insoportables en un par de años más. Pero bueno, ese es otro tema...



Recuerdo cuando predispuse mi propia muerte para los 27 años de edad. Y pasé los 27 pues. Y también los 28, y el próximo año cumplo 29 (hasta escribiendo en la más absoluta soledad no puedo evitar ponerme rojo al pensar en lo viejo que estoy...). Y no pienso morirme todavía. Me aburrí de ver la vida como una lucha permanente, una pelea que hay que dar. Es cierto, no es fácil. Pero la vida es algo que no se puede desperdiciar sufriendo. Estoy dispuesto, de una vez por todas, a vivir la vida y a tratar de disfrutarla. A veces se extraña el tiempo libre o los recursos necesarios para vivir la vida al máximo. Pero si no se puede, ahí está la familia, para disfrutar de su cariño. Ahí están los amigos, para disfrutar de su compañía. Ahí está la naturaleza, para disfrutar de su belleza y su perfección. Y ahí está Dios, para disfrutar de su invisible cariño, compañía y perfección, listo a responder si realmente lo queremos así. Y si estamos siempre ocupados, necesariamente construyendo futuro o presente, bueno; los ratitos que tengamos, disfrutarlos al máximo y rodearlos de amor. Es la única forma de sobrevivir y hacer llevadera esta vida que a veces no cuesta y nos maltrata, pero que es la única que tenemos.



Si te llegó este mensaje, es porque eres o fuiste alguien muy importante en mi vida, y te quería contar lo que siento ahora para compartir contigo este pensamiento positivo. Te agradezco por visualizarme contento, feliz, y así haberme ayudado a continuar. Y te agradezco porque seguirás ahí, en algún lugar, deseando lo mejor para mí. Gracias por ser parte de este mundo, te deseo lo mejor, toda la felicidad posible, mil bendiciones y mucha paz...